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Mario Benedetti - Palabras menores

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La frase de la imagen NO pertenece a Mario Benedetti . La palabra se engaña en el papel como el oasis en los espejismos y en vez de los relámpagos del libre nos encomienda una canción cautiva puede ser asimismo un artificio talismán aportado por las lenguas o el alerta con un hilo de voz como punto de fuga o de clausura la palabra interrumpe / no vegeta convierte la memoria en un tatuaje sobrevuela el espacio como un buitre y se mete en plegarias y blasfemias como cierre virtual de los silencios lazarillo de la naturaleza salvoconducto del malentendido es un cruce de síes y de noes si se astilla o se quiebra la palabra nadie es capaz de reparar sus sílabas / con la palabra nos quedamos mudos porque todo nos queda por decir Mario Benedetti

Mario Benedetti - Las primeras miradas

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La frase de la imagen NO pertenece a Mario Benedetti .   Nadie sabe en qué noche de octubre solitario, de fatigados duendes que ya no ocurren, puede inmolarse la perdida infancia junto a recuerdos que se están haciendo. Qué sorpresa sufrirse una vez desolado, escuchar cómo tiembla el coraje en las sienes, en el pecho, en los muslos impacientes sentir cómo los labios se desprenden de verbos maravillosos y descuidados, de cifras defendidas en el aire muerto, y cómo otras palabras, nuevas, endurecidas y desde ya cansadas se conjuran para impedirnos el único fantasma de veras. Cómo encontrar un sitio con los primeros ojos, un sitio donde asir la larga soledad con los primeros ojos, sin gastar las primeras miradas, y si quedan maltrechas de significados, de cáscara de ideales, de puresas inmundas, cómo encontrar un río con los primeros pasos, un río -para lavarlos- que las lleve. Mario Benedetti - Sólo mientras tanto .

Jaime Sabines - Sólo en sueños

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Los mejores poemas y frases de Jaime Sabines . Sólo en sueños, sólo en el otro mundo del sueño te consigo, a ciertas horas, cuando cierro puertas detrás de mí. ¡Con qué desprecio he visto a los que sueñan, y ahora estoy preso en su sortilegio, atrapado en su red! ¡Con qué morboso deleite te introduzco en la casa abandonada, y te amo mil veces de la misma manera distinta! Esos sitios que tú y yo conocemos nos esperan todas las noches como una vieja cama y hay cosas en lo oscuro que nos sonríen. Me gusta decirte lo de siempre y mis manos adoran tu pelo y te estrecho, poco a poco, hasta mi sangre. Pequeña y dulce, te abrazas a mi abrazo, y con mi mano en tu boca, te busco y te busco. A veces lo recuerdo. A veces sólo el cuerpo cansado me lo dice. Al duro amanecer estás desvaneciéndote y entre mis brazos sólo queda tu sombra. Jaime Sabines - Tarumba .