Eduardo Galeano - Isadora
Foto de Isadora Duncan. |
Descalza, desnuda, apenas envuelta en la bandera argentina, Isadora Duncan baila el himno nacional.
Una noche comete esta osadía, en un café de estudiantes de Buenos
Aires, y a la mañana siguiente todo el mundo lo sabe: el empresario
rompe el contrato, las buenas familias devuelven sus entradas al Teatro
Colón y la prensa exige la expulsión inmediata de esta pecadora
norteamericana que ha venido a la Argentina a mancillar los símbolos
patrios.
Isadora no entiende nada. Ningún francés protestó cuando ella bailó la
Marsellesa con un chal rojo por todo vestido. Si se puede bailar una
emoción, si se puede bailar una idea, ¿por qué no se puede bailar un
himno?
La libertad ofende. Mujer de ojos brillantes, Isadora es enemiga
declarada de la escuela, el matrimonio, la danza clásica y de todo lo
que enjaule al viento. Ella baila porque bailando goza, y baila lo que
quiere, cuando quiere y como quiere, y las orquestas callan ante la
música que nace de su cuerpo.
Eduardo Galeano - Memoria del Fuego III. El siglo del viento.