Jaime Sabines - Julio 14,1949
Los mejores poemas y frases de Jaime Sabines. |
Chepita linda:
Hace 3 o 4 días te escribí y aún no he vuelto a recibir carta tuya, pero eso no importa para escribirte hoy.
En realidad no tengo mucho que contarte, y un examen que tengo hoy en la
noche me aflige y apresura. Sin embargo, mañana hacen dos años de estar
juntos y quería recordártelo.
Quiero decirte que te quiero, que estoy contento contigo, que me siento satisfecho de ti.
Me siento orgulloso de llamarte mi novia, mi mujer, la mía. No puedo
arrepentirme de quererte. Sé que eres limpia y noble. Y sé que tu amor
no me traiciona.
Me gustas por linda y por buena. Y por saber quererme. Yo sé que en ti
puedo descansar mi corazón. Sé que, como mi brazo, no puedes alejarte.
Eres como mi brazo, como mi corazón.
Ahora te deseo y te quiero, pero no me aflige ni la distancia, ni el
amor. Pasarán estos meses y estarás de nuevo a mi lado; pasarán todas
las ausencias que nos esperen en la vida, y siempre estarás a mi lado,
no podremos dejar de estar juntos; yo bebiendo de ti todo el amor que
necesito, y tú encontrando en mí todas las fuerzas que te faltan. Somos
necesarios uno al otro; eso es todo. Ambos nos damos vida; y fuera de
los dos toda intención se frustra. Debemos aceptarlo así y alegrarnos de
ello. Yo, de veras, me alegro. Me alegro de ti y de quererte.
Es posible que te haya hecho daño muchas veces. Es posible que aún te
haga más mal. Pero quiero pedirte que todo lo perdones. Yo siempre he
querido estar seguro de que me quieres como soy, y entonces me he
propuesto ser como soy. Nada me ha detenido. Nada podría tampoco hacerme
falso, distinto. Muchas veces me he puesto a pensar en aquello de
Neruda: “amor que quiere libertarse para volver a amar”. A mí me ha
pasado muchas veces, siempre me pasa. Quiero quererte libremente, yo
mismo. Todo lo que trata de detener mi amor, de hacerlo otro, de
encerrarlo, ya sea una fórmula social, una caricia cerrada, o una
costumbre, todo eso me mortifica y me hace huir. Pero tú sabes ya la
clave del regreso: tu humildad, tu fe. Tú misma. No lo olvides. Sabes
bien que mientras tú seas tú yo seré tuyo. Que giro alrededor de ti, que
sólo en ti he encontrado paz y alegría. Y que muchas veces me voy, sólo
porque quiero volver.
Que estés guapa y linda. Y que en este segundo aniversario me quieras tanto, casi tanto como te quiero yo.