Eduardo Galeano - Andares de Ganapán*
Esta frase pertenece al libro "Días y noches de amor y de guerra" de Eduardo Galeano. |
Una de las maldiciones mías está en que no tengo nada. Todo lo que yo
tuve se me fue. La mujer que yo más quise, la Pitanga, que con ella me
sentía como un sabio atómico, se pudrió de comer huesos y se fue. A dos
de mis hijos, ¿cuánto hace que no los veo? A la radio la empeñé, con
Gardel adentro, y empeñé la boleta también. El ropero, me lo sacaron
faltando un par de cuotas. El anillo de casado no lo perdí, porque nunca
tuve. A la armónica, que para mí era como el cigarro o más, muy
necesaria para empezar el día, la agarró la gurisita mía, la menor, la
que es operada, y con un tenedor se puso a revolver adentro de los
agujeritos y dejó todas las latas retorcidas. Vale como cinco mil pesos
la armónica, caigasé de espaldas, María, por la cuestión ésta del dólar.
Los zapatos que llevo puestos, usted los está viendo, Virgen Santa, lo
cadáveres que están. La otra tarde entré en la iglesia con estos zapatos
en una mano, y el cura: “No se puede entrar descalzo en la iglesia”, me
dijo. “Si me los pongo es mentira”, le dije. “Yo vengo a pedirle ayuda a
Dios”, le dije, “y como usted es el delegado de Él, en una de esas Él
le da la orden de regalarme un par de zapatos nuevos”. “¿Cuánto hace que
no se confiesa, buen hombre?”, va y me pregunta. “¿Cuánto hace que no
comulga?” Y yo voy y le contesto: “Veinticinco años”. Me dio azúcar. Yo
precisaba zapatos y me dio azúcar...
*Frgamento del capítulo 28.