Los ojos de los pobres - Charles Baudelaire

Los mejores poemas y frases
de Charles Baudelaire.


¡Ah!, queréis saber por qué hoy os aborrezco. Más fácil os será comprenderlo, sin duda, que a mí explicároslo; porque sois, creo yo, el mejor ejemplo de impermeabilidad femenina que pueda encontrarse.

Juntos pasamos un largo día, que me pareció corto. Nos habíamos hecho la promesa de que todos los pensamientos serían comunes para los dos, y nuestras almas ya no serían en adelante más que una; ensueño que nada tiene de original, después de todo, a no ser que, soñándolo todos los hombres, nunca lo realizó ninguno.

Al anochecer, un poco fatigada, quisisteis sentaros delante de un café nuevo que hacía esquina a un bulevar, nuevo, lleno todavía de cascotes y ostentando ya gloriosamente sus esplendores, sin concluir. Centelleaba el café. El gas mismo desplegaba todo el ardor de un estreno, e iluminaba con todas sus fuerzas los muros cegadores de blancura, los lienzos deslumbradores de los espejos, los oros de las medias cañas y de las cornisas, los pajes de mejillas infladas arrastrados por los perros en traílla, las damas risueñas con el halcón posado en el puño, las ninfas y las diosas que llevaban sobre la cabeza frutas, pasteles y caza; las Hebes y las Ganimedes ofreciendo a brazo tendido el anforilla de jarabe o el obelisco bicolor de los helados con copete: la historia entera de la mitología puesta al servicio de la gula.

Enfrente mismo de nosotros, en el arroyo, estaba plantado un pobre hombre de unos cuarenta años, de faz cansada y barba canosa; llevaba de la mano a un niño, y con el otro brazo sostenía a una criatura débil para andar todavía. Hacía de niñera, y sacaba a sus hijos a tomar el aire del anochecer. Todos harapientos. Las tres caras tenían extraordinaria seriedad, y los seis ojos contemplaban fijamente el café nuevo, con una admiración igual, que los años matizaban de modo diverso.

Los ojos del padre decían: «¡Qué hermoso! ¡Qué hermoso! ¡Parece como si todo el oro del mísero mundo se hubiera colocado en esas paredes!» Los ojos del niño: «¡Qué hermoso!, ¡qué hermoso!; ¡pero es una casa donde sólo puede entrar la gente que no es como nosotros!» Los ojos del más chico estaban fascinados de sobra para expresar cosa distinta de un gozo estúpido y profundo.

Los cancioneros suelen decir que el placer vuelve al alma buena y ablanda los corazones. Por lo que a mí respecta, la canción tenía razón aquella tarde. No sólo me había enternecido aquella familia de ojos, sino que me avergonzaba un tanto de nuestros vasos y de nuestras botellas, mayores que nuestra sed. Volvía yo los ojos hacia los vuestros, querido amor mío, para leer en ellos mi pensamiento; me sumergía en vuestros ojos tan bellos y tan extrañamente dulces, en vuestros ojos verdes, habitados por el capricho e inspirados por la Luna, cuando me dijisteis: «¡Esa gente me está siendo insoportable con sus ojos tan abiertos como puertas de cocheras! ¿Por qué no pedís al dueño del café que los eche de aquí?»

¡Tan difícil es entenderse, ángel querido, y tan incomunicable el pensamiento, aún entre seres que se quieren!

Charles Baudelaire - El Spleen de París (The eyes of the poor).

En 1988 cuando tenía 11 años, anhelaba más que nada en el mundo el disco Kiss me, kiss me, kiss me de The Cure que había salido un año antes, fue en esa navidad cuando mis viejos me lo regalaron. En ese disco viene la canción How beautiful you are, que está basada en este poema de Baudelaire, conocido como The eyes of the poor y que viene en El Spleen de París (Los pequeños poemas en prosa), aunque antes The Cure me había regalado ya a Albert Camus con la canción Killing an arab y que está basada en el libro "El Extranjero" (The stranger), encontrar a Baudelaire a esa edad, debo reconocer, me marcó mucho, en fin... Les dejo la canción en cuestión (viene con subtítulos), espero la disfruten:

"The father's eyes said "Beautiful!
How beautiful you are!"
The boy's eyes said
"How beautiful!
She shimmers like a star!"
The childs eyes uttered nothing
But a mute and utter joy
And filled my heart with shame for us
At the way we are..."


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