Breve historia de la siembra de la Democracia en América - Eduardo Galeano


"Algún estudioso llegó a la conclusión de que los Estados Unidos eran el único país donde no había golpes de estado, porque allí no había embajada de los Estados Unidos." Eduardo Galeano
Los mejores relatos y frases del libro
"Espejos" de Eduardo Galeano.


 En 1915, los Estados Unidos invadieron Haití. En nombre del gobierno, Robert Lansing explicó que la raza negra era incapaz de gobernarse a sí misma, por su tendencia inherente a la vida salvaje y su incapacidad física de Civilización. Los invasores se quedaron diecinueve años. El jefe patriota Charlemagne Peralte fue clavado en cruz contra una puerta.

  Veintiún años duró la ocupación de Nicaragua, que desembocó en la dictadura de Somoza, y nueve años la ocupación de la República Dominicana, que desembocó en la dictadura de Trujillo.

  En 1954, los Estados Unidos inauguraron la democracia en Guatemala, mediante bombardeos que acabaron con las elecciones libres y otras perversiones. En 1964, los generales que acabaron con las elecciones libres y otras perversiones en Brasil recibieron dinero, armas, petróleo y felicitaciones de la Casa Blanca. Y algo parecido ocurrió en Bolivia, donde algún estudioso llegó a la conclusión de que los Estados Unidos eran el único país donde no había golpes de estado, porque allí no había embajada de los Estados Unidos.

  Esa conclusión fue confirmada cuando el general Pinochet obedeció la voz de alarma de Henry Kissinger, y evitó que Chile se volviera comunista por la irresponsabilidad de su propio pueblo.

  Poco antes o poco después, los Estados Unidos bombardearon a tres mil panameños pobres para capturar a un funcionario infiel, desembarcaron tropas en Santo Domingo para evitar el regreso de un presidente votado por el pueblo, y no tuvieron más remedio que atacar Nicaragua para evitar que Nicaragua invadiera los Estados Unidos vía Texas.

  Por entonces, ya Cuba había recibido la cariñosa visita de aviones, buques, bombas, mercenarios y millonarios enviados desde Washington en misión pedagógica. No pudieron pasar más allá de la Bahía de los Cochinos.

Eduardo Galeano - Espejos. Una Historia casi universal.
<

También te puede interesar:

Mario Benedetti - Cada ciudad puede ser otra

Mario Benedetti - Oración

Mario Benedetti - Poste restante