Otro Enero
-A la tristeza de un Enero-
Díptico
-I-
1988
Ni mil vidas calcinadas,
ni mil muertos en la hoguera,
ni mil sueños degollados
por la llama inquisidora;
Ni incendiando los Eneros
Ni incendiando los Eneros
de futuros tiempos nuevos
lograrán cegar la firme decisión
de un pueblo que asumió vivir…
Simplemente porque el odio eligió el fuego
Simplemente porque el odio eligió el fuego
de querer quemar la historia inexorable
de querer quemar la vida siempre eterna
de querer quemar los sueños innegables
con lo absurdo de su propia muerte lenta
de su propia destrucción
Y un Enero tristemente nos envuelve
Y un Enero tristemente nos envuelve
en el luto más horrendo y más obscuro
y es que duele el fuego intenso
en las entrañas que nos queman
cuando pedimos vivir…
Tendrán que cegar la faz del mundo entero
Tendrán que cegar la faz del mundo entero
o al anciano pordiosero en cada esquina
o quizá quemar el fuego
que elegimos por amor
o quizá quemar las llamas
que ahora encienden la canción
Ni incendiando los Eneros
Ni incendiando los Eneros
de futuros tiempos nuevos
lograrán cegar la firme decisión de un pueblo
que asumió vivir…
-II-
2015
Y aquí estamos porque amamos otros fuegos:
-II-
2015
Y aquí estamos porque amamos otros fuegos:
el que enciende el primer sol de los abuelos,
el que nos inflama sueños obstinados,
el que liberó del miedo a nuestros ojos,
el que abraza la justicia de los besos,
de las aves y el Tijax
Y volvimos en Enero
Y volvimos en Enero
rompiendo los tiempos nuevos
para proseguir la ruta
convertidos en simiente
para el buen vivir…
Vuelve Enero y nos alumbra
Vuelve Enero y nos alumbra
con la dignidad
y otro Enero nos alumbra
con la dignidad
y este Enero nos alumbra
con la dignidad
y este Enero nos alumbra...
Fernando López / 1988-2015
El 31 de enero de 1980, fue incendiada la embajada de España en Guatemala, causando la muerte a 37 personas; entre las víctimas se encontraban 22 campesinos de Quiché, cinco
estudiantes universitarios, dos exfuncionarios guatemaltecos visitantes
de la embajada y ocho empleados. Aunque en su momento Elías Barahona (quien fuera vocero oficial del Ministerio del Interior), señaló como responsable directo al entonces presidente de Guatemala, el general Romeo Lucas García (en una conferencia de prensa que dio después de pedir asilo en Panamá), la Justicia de Guatemala sentenció el pasado 21 de enero a Pedro García Arredondo (ex jefe del Comando Seis de la desaparecida Policía Nacional), a
90 años de prisión, al declararlo culpable por la quema de la Embajada
de España y la muerte de dos estudiantes universitarios.
Es en este terrible marco, que Fernando López escribe esta canción, como un tributo a la memoria de las víctimas y con la alegría de saber que aunque sea tarde, se ha hecho un poco de Justicia con la desición que tomó el Tribunal B de Mayor Riesgo, el pasado 21 de enero de 2015.