Hugo Sánchez - Eduardo Galeano
Los mejores relatos y frases del libro "El fútbol a sol y sombra" de Eduardo Galeano. |
Corría el año 92, Yugoslavia había
estallado en pedazos, la guerra enseñaba a los hermanos a odiarse entre
sí y a matar y a violar sin remordimientos.
Dos periodistas mexicanos, Epi Ibarra y
Hernán Vera, querían llegar a Sarajevo. Bombardeada, sitiada, Sarajevo
era una ciudad prohibida para la prensa internacional, y a más de un
periodista la audacia le había costado la vida.
En los alrededores, reinaba el caos.
Todos contra todos: nadie sabía quién era quién, ni contra quién
peleaba, en aquella confusión de trincheras, casas humeantes y muertos
sin sepultura. Mapa en mano, Epi y Hernán se las arreglaron para
atravesar los estampidos de los cañonazos y las ráfagas de las
ametralladoras, hasta que de buenas a primeras chocaron con una cantidad
de soldados, a orillas del río Drina. Los soldados los arrojaron al
suelo de un empujón y les apuntaron al pecho. El oficial bramaba quién
sabe qué, mientras ellos balbuceaban quién sabe qué, pero cuando el
oficial se pasó el dedo por el pescuezo y las armas hicieron clic, los
periodistas entendieron perfectamente bien que los estaban confundiendo
con espías y que ni modo, no queda más que despedirse y rezar por si hay
Cielo.
Entonces a los condenados se les ocurrió mostrar sus pasaportes. Y el rostro del oficial se iluminó:
- ¡México! – gritó -. ¡Hugo Sánchez!
Y dejó caer el arma y los abrazó.
Hugo Sánchez, la llave mexicana que
abrió aquellos caminos imposibles, había conquistado la fama universal
gracias a la televisión, que mostró el arte de sus goles y las
volteretas con que él los celebraba. En la temporada 89/90, vistiendo la
camiseta del Real Madrid, perforó las vallas treinta y ocho veces. Él
fue el mayor goleador extranjero de toda la historia del fútbol español.*
*Esta marca ya ha sido superada por Messi.