Augusto Monterroso - La oveja negra


"Yo conocí mucho al Tito Monterroso y me dolió muchísimo su muerte.
A él (como a mí), le daba muchísimo trabajo hacer esto de ir reduciendo
y reduciendo hasta llegar a lo esencial,
pero él se tomaba el pelo a sí mismo todo el tiempo;
jugaba a que no era serio lo que hacía (pero era muy serio),
y fue un gran escritor y además un gran tipo, muy sencillo, muy buena gente."
Eduardo Galeano
 

 En un lejano país existió hace muchos años una Oveja negra.



   Fue fusilada.

  Un siglo después, el rebaño arrepentido le levantó una estatua ecuestre que quedó muy bien en el parque.

  Así, en lo sucesivo, cada vez que aparecían ovejas negras eran rápidamente pasadas por las armas para que las futuras generaciones de ovejas comunes y corrientes pudieran ejercitarse también en la escultura. 


También te puede interesar:

Mario Benedetti - Sirena

Carta a la Magdalena - Subcomandante Marcos

Canción del amor sincero - Raúl Gómez Jattin